El inicio de la era Mou
El Real Madrid se ha proclamado campeón de la Copa del Rey tras vencer 0-1 a su máximo rival, el F.C Barcelona, en la final disputada en el estadio valencianista de Mestalla. Así pues, el equipo blanco ha conseguido un título que se le resistía desde hacía 18 años y pone fin a una sequía de 3 años sin títulos. Esta Copa se perfila como el inicio de una etapa esperanzadora para el equipo dirigido por Mourinho.
En los 120 minutos que duró la final, el partido tuvo todos los ingredientes de las grandes citas: faltas, tarjetas, polémicas, celebraciones, líos... No sería justo, no destacar la actuación arbitral, que estuvo a la altura de los acontecimientos y no se dejó influir por ningún equipo. Una vez más, se demuestra que Alberto Undiano Mallenco es uno de los mejores árbitros del mundo.
Centrándonos en el meollo de la cuestión, a grandes rasgos, se puede echar mano del tópico de que hubo una parte para cada equipo. La primera fue claramente de color blanco donde Pepe, el antídoto anti-Messi, pudo dar ventaja a los blancos de no ser porque su cabezazo se estrelló milagrosamente en el palo de la portería defendida por Pinto. Por contra, la segunda mitad estuvo totalmente dominada por el equipo blaugrana, que siendo fiel a su estilo, pudo marcar algún tanto, pero el rigor defensivo del Madrid y un salvador Casillas, lo impidieron.
Los 90 minutos reglamentarios se habían terminado y el partido tomaba tintes épicos acrecentado por el estado físico de los jugadores, muy mermados en el tramo final. Por tanto, llegaba la hora del duelo "fratricida" Messi-Cristiano, pues ellos tenían que ser los que tiraran del carro en estos delicados momentos.
A todo esto, la primera parte de la prórroga había comenzado, siendo de nuevo el Barça el que controlaba la posesión y quedando el Madrid a la espera de un balón largo que pudiera enchufar Cristiano. El paso de los minutos vislumbraba una final antológica, pues el punto de penalty coronaría al campeón. En ese momento, Cristiano se enfundó su traje de killer y con un tremendo cabezazo tras centro de Di Maria perforó la meta azulgrana. Era el minuto 102 y el Real Madrid se ponía por delante palpando ya la Copa.
Al Barcelona no le quedaba otra que apelar a la épica y soñar con otro iniestazo pero los blancos se encargaron de que la segunda parte de la prórroga apenas se jugara al haber continuos parones. Finalmente, Undiano decretó el final del partido y el éxtasis se apoderó del madridismo. Por fin habían acabado con la hegemonía española del conjunto de Pep.
Como último apunte, destacar la anécdota ocurrida ya de madrugada en la celebración del equipo blanco ante la diosa Cibeles y donde Sergio Ramos, por descuido, dejó caer la Copa del Rey...que fue aplastada por el autobús descapotable del Madrid!!
Sin tiempo para celebraciones, ahora toca una nueva jornada liguera que pasará sin mucho ruido para los dos equipos, pues lo verdaderamente importante se juega el próximo Miércoles en el Estadio Santiago Bernabeú donde darán comienzo las Semifinales de la Champions League y en la que habrá muchas cuentas pendientes que saldar.
En los 120 minutos que duró la final, el partido tuvo todos los ingredientes de las grandes citas: faltas, tarjetas, polémicas, celebraciones, líos... No sería justo, no destacar la actuación arbitral, que estuvo a la altura de los acontecimientos y no se dejó influir por ningún equipo. Una vez más, se demuestra que Alberto Undiano Mallenco es uno de los mejores árbitros del mundo.
Centrándonos en el meollo de la cuestión, a grandes rasgos, se puede echar mano del tópico de que hubo una parte para cada equipo. La primera fue claramente de color blanco donde Pepe, el antídoto anti-Messi, pudo dar ventaja a los blancos de no ser porque su cabezazo se estrelló milagrosamente en el palo de la portería defendida por Pinto. Por contra, la segunda mitad estuvo totalmente dominada por el equipo blaugrana, que siendo fiel a su estilo, pudo marcar algún tanto, pero el rigor defensivo del Madrid y un salvador Casillas, lo impidieron.
Los 90 minutos reglamentarios se habían terminado y el partido tomaba tintes épicos acrecentado por el estado físico de los jugadores, muy mermados en el tramo final. Por tanto, llegaba la hora del duelo "fratricida" Messi-Cristiano, pues ellos tenían que ser los que tiraran del carro en estos delicados momentos.
A todo esto, la primera parte de la prórroga había comenzado, siendo de nuevo el Barça el que controlaba la posesión y quedando el Madrid a la espera de un balón largo que pudiera enchufar Cristiano. El paso de los minutos vislumbraba una final antológica, pues el punto de penalty coronaría al campeón. En ese momento, Cristiano se enfundó su traje de killer y con un tremendo cabezazo tras centro de Di Maria perforó la meta azulgrana. Era el minuto 102 y el Real Madrid se ponía por delante palpando ya la Copa.
Al Barcelona no le quedaba otra que apelar a la épica y soñar con otro iniestazo pero los blancos se encargaron de que la segunda parte de la prórroga apenas se jugara al haber continuos parones. Finalmente, Undiano decretó el final del partido y el éxtasis se apoderó del madridismo. Por fin habían acabado con la hegemonía española del conjunto de Pep.
Como último apunte, destacar la anécdota ocurrida ya de madrugada en la celebración del equipo blanco ante la diosa Cibeles y donde Sergio Ramos, por descuido, dejó caer la Copa del Rey...que fue aplastada por el autobús descapotable del Madrid!!
Sin tiempo para celebraciones, ahora toca una nueva jornada liguera que pasará sin mucho ruido para los dos equipos, pues lo verdaderamente importante se juega el próximo Miércoles en el Estadio Santiago Bernabeú donde darán comienzo las Semifinales de la Champions League y en la que habrá muchas cuentas pendientes que saldar.
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| Momento en que el autobús aplasta la Copa del Rey. Aunque según SR "está perfectamente". Foto: Marca |
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| Celebración del Real Madrid ante la consecución de su decimoctava Copa del Rey. Foto: Marca |
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