lunes, 27 de febrero de 2012

Osasuna 2 - 1 Granada

Razones para soñar

Osasuna se llevó el gato al agua en un partido con mucha intensidad y en el que pudo pasar cualquier cosa, ya que ambos conjuntos tuvieron claras ocasiones para ganar el encuentro.

Y así, sin hacer mucho ruido, Osasuna se coloca en la séptima posición con 34 puntos, a diez del descenso y a tan sólo uno de Champions.

Los 15.675 espectadores que se dieron cita en el Reyno de Navarra pasaron por todas las fases emocionales: éxtasis, nerviosismo y sufrimiento. El partido fue un auténtico correcalles en donde Osasuna supo aprovechar tres minutos locos para llevarse el preciado botín.

Desde los primeros compases del encuentro se veía que el Granada no había venido a Pamplona de visita y así lo demostró Carlos Martins. Un zapatazo suyo desde la frontal del área hizo temblar el larguero del marco defendido por Andrés Fernández. Primer susto de la tarde y esto no había hecho más que empezar.

Acto seguido, Leka creó la primera ocasión rojilla con un disparo cruzado que no inquietó al meta Roberto, que volvía al Reyno por primera vez tras su paso por Osasuna. El partido entraba en una dinámica bonita, intensa y animada.

Andrés Fernández, todo un seguro de vida.
Corrían los quince primeros minutos cuando Andrés Fernández comenzó con su recital de paradas. Primero sacó una doble ocasión a Nyom y, minutos más tarde, desvió un disparo a bocajarro de Carlos Martins y posterior rechace de Uche. El Reyno se ponía a sus pies y coreaba al unísono el nombre del meta murciano. No era para menos.

La pareja Uche-Martins hacía daño y creaba muchos problemas a la desordenada defensa navarra pero, cuando mejor estaba jugando el equipo nazarí, llegó el tanto de Nekounam. Un córner botado por Cejudo fue rematado por el iraní para hacer el primero del partido. Osasuna y su afición tomaban aire.

Y el fútbol es así de loco que en la siguiente jugada, Leka ampliaba distancias al aprovechar un fallo garrafal del defensa Nyom que no despejó el balón y lo dejó en bandeja para que el ariete balcánico pusiera el 2-0.

Con este gol parecía que iba a ser una plácida tarde en el Reyno de Navarra pero no, lejos de la realidad, Mikel Rico acortó distancias con un tremendo zapatazo. Minuto 30 y el 2-1 campeaba en el marcador. Quién lo iba a decir.

Tras estos minutos de auténtica locura de goles, el partido bajó en intensidad y Osasuna se fue a vestuarios con la ventaja en el marcador.

La segunda mitad comenzaba con una mala noticia para los visitantes, Carlos Martins, lesionado, se quedaba en vestuarios y salía en su lugar Ighalo. El centrocampista portugués había sido el mejor de su equipo y al formar un peligroso tándem con el delantero Uche.

Ibra tuvo que sustituir al lesionado Leka
En una jugada fortuita Leka se hizo daño en la mano y tuvo que ser cambiado por Ibra. El delantero senegalés no pudo tener mejor salida y a punto estuvo de marcar en su primer balón. Osasuna había salido mucho más centrado y quería matar el partido cuanto antes.

De nuevo Ibra pudo poner tierra de por medio de no ser porque sus disparos se fueron desviados. Los rojillos eran superiores pero no lograban precisar en sus remates.
Se llegaba al tramo final con todo por decidir y más cuando un derribo de Puñal a Jara, le supuso la segunda tarjeta al centrocampista navarro. Osasuna se quedaba con diez. Mendilibar apuntaló el centro del campo y dio entrada a Lolo y Damiá en detrimento de Lamah y Cejudo. Por su parte, Abel Resino quemaba sus naves y sacaba al delantero Henrique.

Pero lejos de aprovechar la superioridad numérica, el Granada se volcó en ataque dejando espacios atrás que los supieron aprovechar Ibra y Raúl García, pero les faltó definición.

Finalmente, Estrada Fernández decretó el final del encuentro. Un encuentro con mucha intensidad y con una parte para cada equipo. La diferencia fue que Osasuna supo materializar más ocasiones que el Granada.


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