Sporting de Gijón y
Osasuna se verán las caras en el primer duelo post Preciado en la
fría mañana del domingo. Fría por la gélida ola siberiana que
asola toda la geografía nacional y, también, por la temperatura que
se respira en el club de Mareo tras la destitución del carismático
Manolo Preciado.
Iñaki Tejada, un hombre
de la casa, cojerá las riendas de un Sporting en puestos de descenso
y que suma un pobre bagaje de 18 puntos tras 20 partidos.
En lo extradeportivo, el
conjunto asturiano vive en un ambiente enrarecido tras el cisma entre
afición y jugadores vivido en los últimos entrenamientos y que tuvo
su punto más álgido el pasado viernes, al amanecer El Molinón con
pintadas en contra del club y de Osasuna, su próximo rival.
Ante todo este panorama,
el conjunto de Mendilibar intentará pescar en río revuelto y
conseguir los tres puntos que se le resisten desde el 18 de diciembre
cuando derrotaron al submarino amarillo en el Reyno de Navarra por
2-1.
Pero no será un partido
sencillo, ya que el campo del Sporting es una plaza que se le resiste
a Osasuna. Para este partido, la enfermería rojilla tendrá dos
nuevos inquilinos de última hora: Cejudo y Lamah, que se suman a los
ya lesionados Masoud, Roversio y Kike Sola. La buena noticia es la
recuperación de Ibrahima, pichichi rojillo con 5 dianas.
Por su parte, Iñaki
Tejada está barajando cambiar el sistema táctico y pasar al 4-3-3
con Adrián Colunga, última incorporación proveniente del Getafe,
en la posición de extremo izquierdo. El técnico vizcaíno parece
tener decidido el equipo y, únicamente, duda entre Barral y Bilic
para ocupar el delantero centro.
Pese a que Osasuna está
en una cómoda décima plaza, el partido será un duelo entre dos
aspirantes a conseguir el mismo objetivo: la permanencia. Para ello,
el Sporting debe vencer a Osasuna si no quiere empezar ya con
urgencias y apelará a la máxima de “entrenador nuevo, victoria
segura”.
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