Un punto con distinto sabor
Reparto de puntos en El Molinón entre
Sporting de Gijón y Osasuna en un partido que no pasará a los
anales de la historia por el fútbol visto que, más bien, fue
escaso.
Todos los focos estaban puestos en
Iñaki Tejada, nuevo entrenador del Sporting, para comprobar si su
equipo comenzaba la era post Preciado con una victoria ante Osasuna
que le diese alas para salir del pozo en el que llevan muchas
jornadas.
Los locales empezaron fuerte y para el
minuto de partido ya habían botado un córner. Por su parte, Osasuna
se limitaba a presionar muy arriba, dificultando la salida de balón
de los asturianos. Se notaba lo mucho que había en juego y ambos
conjuntos no arriesgaban demasiado.
Poco a poco el Sporting se fue
adueñando del partido y aprovechó el débil flanco derecho de
Osasuna para llegar con peligro. Por ahí vinieron las mejores
ocasiones en las que Canella, Carmelo y Barral pusieron en aprietos a
Marc Bertrán, totalmente desbordado.
Y tanto iba el cántaro a la fuente que
de una gran triangulación entre esos tres jugadores llegó el primer
gol del partido. Barral abrió un balón en banda a Canella que puso
un gran centro con la zurda para que Carmelo, en boca de gol,
adelantara a los asturianos.
El gol reactivó a Osasuna que mejoró
su actitud y buscó el empate por medio de su mejor baza, el balón
parado. Puñal y Timor, con sendas faltas, pusieron en aprietos a la
defensa local, pero no fue suficiente para empatar.
Reacción rojilla con la salida
de Nino
Mendilibar no esperó más y Osasuna
comenzó la segunda mitad con la presencia de Nino en el once en
detrimento de Damia. Este movimiento de piezas dio nuevos aires a los
visitantes y, el propio delantero almeriense, tuvo el empate en sus
botas. Era la primera de Osasuna y de Nino.
El Sporting parecía que no había
salido de vestuarios, lógico con el aguacero que caía, y David
Barral salvó a su equipo in extremis, al despejar un cabezazo de
Raúl García que se colaba con un Juan Pablo ya batido.
La parroquia sportinguista se empezaba
a impacientar ante la mala imagen de su equipo en esta segunda mitad.
Iñaki Tejada movió ficha y salió Iván Hernandez por Botía. Entre
tanto, De las Cuevas hizo que Andrés Fernández se empleara al
máximo tras un chut lejano del centrocampista alicantino.
El partido se equilibraba y Mendilibar
optó por dar entrada a Calleja para ensanchar el campo. Sabía que
teniendo a Lekic como referencia atacante, había que buscar centros
y esperar a que el delantero balcánico enchufara alguna.
Dicho y hecho, corría el minuto 80
cuando Marc Bertrán puso un centro medido a la cabeza del serbio
para que éste perforara la meta asturiana haciendo inútil la
estirada de Juan Pablo. Osasuna ponía el empate más por empeño que
por fútbol.
El Sporting quedó noqueado tras el
jarro de agua fría que suponía el empate e, incluso, Lekic pudo dar
la vuelta al marcador de no ser porque un testarazo suyo se marchó
muy alejado. Tras los tres minutos de rigor, Perez Lasa decretó el
final del partido con un empate justo pero con distinto sabor.
En la próxima jornada el Sporting
visita una plaza difícil, Mestalla; mientras que Osasuna recibe al
todopoderoso FC Barcelona. Ahí es nada.
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