A partir del próximo 1 de enero de 2012 el estadio Reyno de Navarra volverá a llamarse El Sadar.
Para
Osasuna es un grave problema, pues todo este dinero iba íntegramente
destinado para abonar la deuda que tiene con la Hacienda Foral, unos 22
millones de euros. No obstante, el club presidido por Patxi Izco confía
en poder abrir nuevas negociaciones con el Gobierno de Navarra para
seguir recibiendo dinero por alguna otra vía.
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