“ Carne de león”
Si perdonas, lo acabas pagando. Con esta conocida máxima se puede resumir el partido de Osasuna en San Mamés.
El conjunto rojillo sólo duró los 30 primeros minutos sobre el verde
del Botxo. En esa media hora, pudo incluso golear a los leones de no ser
por la falta de puntería y por las contínuas intervenciones del meta
navarro Gorka Iraizoz. Durante este tiempo, el belga Lamah, el único
rojillo que se salva de la quema, fue un quebradero de cabeza para la
defensa vizcaína.
Fue entonces cuando el Athletic marcó por medio del chantreano Iker
Muniain, en la primera jugada que hizo. Cosas del fútbol. A partir de
ahí el conjunto de Mendilibar se hundió y fueron cayendo los goles,
todos ellos por la banda derecha donde se encontraba Damiá que naufragó
en tierras vizcaínas.
La segunda parte se la podían haber ahorrado puesto que no ocurrió
exactamente nada. El Athletic dominaba pero no creaba peligro y Osasuna
agazapado atrás en busca de alguna contra que nunca llegó.
En el tramo final un absurdo penalty de Javi Martínez al tocar el
balón con la mano, ayudó a que Osasuna consiguiera el gol del honor por
medio de Nekounam.
Con esta derrota los rojillos se colocan a dos puntos del descenso y
entrar en una minicrisis de resultados con tres empates y dos derrotas
en los últimos cinco partidos disputados. Urge ganar al Zaragoza,
próximo rival que visita el viejo Sadar.
El navarro Muniain celebra el primer tanto. Foto: Marca |
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