En punto muerto
Empate sin goles entre
Osasuna y Real Betis en el partido 464 de Puñal. Jorge Molina pudo
adelantar a los andaluces nada más comenzar el encuentro. Los
rojillos, inofensivos en ataque, se quedan últimos empatados a
puntos con el Espanyol.
El escenario era el
perfecto para darle el mejor homenaje que se merece a un tipo como
Patxi Puñal, la victoria. Pero Osasuna está empeñado en hacer
sufrir a su afición y, cada jornada, se hunde más en el fango del
descenso. Los rojillos cierran la tabla con un triste botín de cinco
puntos en ocho jornadas y habiendo cosechado tan solo una victoria,
ante el Levante.
El Reyno de Navarra ya no
es lo que era y, esta temporada, cualquier equipo campa a sus anchas
por el feudo rojillo. Ante el Betis, Cejudo y Lamah fueron los más
destacados desbordando una y otra vez la banda para asistir a un
Joseba Llorente que pierde fuelle cada jornada. En el centro del
campo, Puñal y Annan aguantaron como pudieron las aisladas
embestidas andaluzas con Rubén Castro y Jorge Molina como hombres
más destacados. El delantero alicantino pudo desequilibrar la
balanza cuando todavía entraba gente al estadio pero Andrés
Fernández desbarató el mano a mano. En la siguiente jugada, Paulao
enmudeció el Reyno tras un cabezazo que lamió el poste navarro.
La agresividad que le
caracteriza al cuadro de Mendilibar brilló por su ausencia y el
Betis esperaba atrás en busca de alguna contra letal. Tan solo la
verticalidad de Osasuna inquietó a los visitantes y Lamah, hoy con
una marcha más que sus compañeros, fue el que más cerca estuvo del
gol.
Ni tan siquiera el arreón
final propio de los rojillos alarmaron al cuadro de Pepe Mel que,
tras este punto, se sitúa quinto con trece puntos. Las jornadas
pasan y Osasuna va acumulando boletos para el descenso. La próxima
salida, el Vicente Calderón, se antoja complicada pero en momentos
así no están permitidas las excusas. Ganar o ganar, esa es la
cuestión.
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