sábado, 29 de septiembre de 2012

Zaragoza 3-1 Osasuna



ALERTA ROJA

El Zaragoza se impuso a un flojo Osasuna que sigue sin conocer la victoria. Hélder Postiga adelantó a los maños, Armenteros igualó el partido pero un autogol de Timor y Apoño, de penalti, consumaron una nueva derrota rojilla.

La situación está empezando a ser límite y Osasuna debe espabilar si no quiere hundirse en el pozo. El escenario era inmejorable para conseguir la primera victoria, ya que los rojillos llevaban varias temporadas puntuando en La Romareda. Además el rival, un enemigo íntimo, era la víctima perfecta.

Todo parecía sacado de un cuento de hadas hasta que, en el minuto cuatro, Hélder Postiga batió a Andrés Fernández en un error defensivo de los de Mendilibar. El cuento se convirtió en pesadilla y los locales camparon a sus anchas ante un Osasuna sin rumbo y que no dio señales de vida hasta bien entrada la primera mitad.

Se llegaba al minuto 30 cuando Armenteros, tras una gran jugada personal, aprovechó un despiste de la zaga maña para empatar el partido. Los navarros habían despertado y tanto Timor como Cejudo pudieron darle la vuelta al marcador. Pero el arreón de Osasuna no fue más que un espejismo y Timor, en una acción desgraciada, coló el balón en su propia portería. Casi sin querer, el Zaragoza se fue a vestuarios con ventaja en el marcador en una primera parte con poco fútbol pero con tres goles.

El inicio del segundo asalto fue soporífero. El Real Zaragoza estaba bien plantado atrás y esperaba los blandos ataques de Osasuna para hacer daño a la contra. Mendilibar no le gustaba lo que estaba viendo y movió ficha rápido. Nino era el hombre elegido que salió sustituyendo a Nano.

El partido avanzaba sin mucho argumento hasta que un absurdo penalti de Raoul Loé sobre Movilla acabó con toda esperanza visitante. Apoño, un especialista desde los once metros, ponía el 3-1 a falta de 20 minutos para el final.

El último tramo fue un querer y no poder de Osasuna que dejó en evidencia su falta de puntería. Kike Sola, por partida doble y Nino pudieron recortar distancias y mostraron que, pese a la victoria, el Zaragoza no es nada fiable en defensa.

Los maños conseguían un importante triunfo y dejaban a sus vecinos con un pésimo balance de un punto sobre 15 posibles. La próxima semana visita el Reyno el Levante en un partido que debe ser considerado como una final en Pamplona.

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