Esfuerzo colosal sin premio
El FC Barcelona
consigue una sufrida y polémica victoria en el Reyno de Navarra
gracias a un doblete de Messi. Joseba Llorente puso por delante a
Osasuna que fue ganando hasta el minuto 75. Tito Vilanova y Puñal
fueron expulsados por protestar. Nefasta actuación de Muñiz
Fernández.
Cuando
una serie de desgracias y un golazo de Messi echan por tierra el
monumental trabajo realizado se te queda cara de tonto. Eso es lo que
le pasó ayer a Osasuna que estuvo a punto de obrar un nuevo milagro
por segundo año consecutivo.
Para
el medio minuto Cejudo ya había probado los reflejos de Victor
Valdés. Primer gran susto para los de Tito en mismo lugar del crimen
donde el año pasado perdieron media Liga. Acto seguido Alexis ponía
en apuros a Andrés Fernández que evitaba el gol con una gran
estirada. Apenas cinco minutos y ambas escuadras dejaban claras sus
intenciones: Osasuna presionar arriba para incomodar la salida de
balón rival y el Barça intentar imponer su estilo en un campo
históricamente complicado.
A los
15 minutos Tello hizo el silencio en el Reyno con un tremendo
derechazo que se estrelló en el poste. Lejos de amedrentarse Osasuna
siguió a lo suyo y Joseba Llorente prendió el chupinazo. Centro
medido de Lamah desde la parte izquierda y acrobático remate del
delantero guipuzcuano ante la pasividad de Pique y Jordi Alba. El
Reyno era una fiesta y los fantasmas del fatídico 11 de febrero
emergían de las entrañas del estadio.
El
partido no daba tregua y Andrés Fernández se empleaba al máximo
para desbaratar toda ocasión culé. Tello y, sobre todo, Iniesta a
puerta vacía atemorizaron a la parroquia rojilla. Osasuna estaba
jugando con la defensa muy adelantada y los riesgos eran evidentes.
A la
media hora de encuentro una doble sacudida rojilla hizo temblar a los
de Tito. Valdés en primera instancia y Piqué evitaron que los
disparos de Lamah y Llorente, respectivamente, acrecentaran las
pesadillas que estaban viviendo los catalanes en una calurosa tarde
en Pamplona.
Antes
del descanso el Barça iba a disponer de dos ocasiones más para
empatar pero Messi e Iniesta no estuvieron finos. Tres tarjetas
amarillas e innumerables ocasiones claras para ambos conjuntos fue el
balance de una primera parte muy entretenida donde Osasuna iba por
delante gracias a un planteamiento muy valiente.
Restaban
45 minutos y Tito estaba ante su primera gran prueba desde que tomara
las riendas del Barça tras la salida de Pep. Xavi, Villa y Pedro
esperaban impacientes en el banquillo mientras que el debut de Song
era más improbable tal y como iba el encuentro.
Tras
la salida de vestuarios los catalanes parecían más cómodos pero no
lograban batir a un providencial Andrés Fernández que hizo olvidar
su mala actuación ante el Deportivo en la primera jornada.
El
partido se iba diluyendo como un azucarillo y la parroquia rojilla
veía cómo el cuento podía acabar en final feliz y conseguir los
primeros puntos de la temporada. Nino, que había entrado por
Llorente, estuvo a punto de provocar una indigestión en la
expedición catalana pero su disparo lo repelió el poste. En esta
jugada fue expulsado Tito Vilanova por sus airadas protestas al creer
que esa ocasión venía precedida de una falta de Nino.
El
desenlace estaba más cerca pero nadie contaba con una jugada
desafortunada que iba a suponer el empate. Muñiz Fernández estorbó
a Puñal en el centro del campo y evitó que el capitán se hiciese
con el balón que llegó, casualmente, a Messi. El delantero envió
un centro para Alexis que se encontraba en claro fuera de juego y
tras un barullo en el área el esférico acabó en los pies de Messi
que estiró la pierna para batir a Andrés Fernández. Faltaban 15
minutos para el final y “una serie de catastróficas desdichas”
castigaban, injustamente, a Osasuna.
No
contento con el placaje a Puñal, Muñiz Fernández expulsó al
centrocampista de Huarte que, obviamente, había protestado el claro
fuera de juego en el gol del empate. Una vez más, los navarros
padecían un nefasto arbitraje impropio de la conocida como “mejor
Liga del mundo”.
Osasuna,
con un hombre menos y sin apenas gasolina, afrontaba los últimos
diez minutos con la misma impotencia que padece todo ser humano al
ver que un incendio arrasa su casa de un plumazo.
El
partido no era el mismo y el Barça trenzaba jugadas sin que Osasuna
pudiese hacer nada. En una de ellas llegó el gol de la remontada.
Centro de Jordi Alba y Messi, desde la frontal del área, dispara
ajustado al palo derecho de la portería de Andrés Fernández. En
cinco minutos los culés habían dado la vuelta al partido. Tito
Vilanova respiraba tranquilo desde la bocana de vestuarios.
Muñiz
Fernández decretó el final de un atractivo y polémico choque donde
el Barça rescataba tres puntos in extremis. Los de Mendilibar, por
su parte, se marchaban con cara de tontos y sumando su segunda
derrota consecutiva que le hunden en la clasificación.
La
próxima jornada el FC Barcelona, que ya le saca cinco puntos al Real
Madrid, recibe al Valencia mientras que Osasuna viaja a Balaídos en
un duelo por todo lo bajo.